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«Cheky» Gazzo y sus años en Obras

A la espera del partido de esta noche ante Ciudad como local y del choque del miércoles frente a Náutico Hacoaj como visitante, Ezequiel «Cheky» Gazzo (38), jugador del equipo de Maxibásquet +35 de Obras, contó su historia en este deporte y habló de la unión y los objetivos del grupo.

-¿Cómo fue tu recorrido en el básquet?
-Yo empecé a jugar a los cuatro años. Hasta los 12 jugué en Pinocho, el primer club donde hice deporte. Luego estuve en el Deportivo San Andrés, desde los 13 a los 18. Y después pasé a jugar con la UBA el Torneo Nacional de Ascenso. Más tarde estuve en Ciudad de Buenos Aires y River. Ese fue un poco mi camino dentro del básquet. Al final regresé a la primera de Pinocho. Ahí fue donde me retiré. En 2012 me llamaron Fabián Pérez, Leo Montero y Diego Grippo para preguntarme si quería jugar en el equipo de veteranos. Justo ese año llegué y salimos campeones.

-¿Cómo vivieron ese título?
-Fue muy lindo. Yo me incorporé junto al «Cebolla» Federico Perroti. Llegar y encima salir campeón fue increíble. El equipo ya venía jugando junto hacía unos años, pero por lo que contaban siempre se caía en las instancias finales. Así que con nosotros la historia fue distinta (se ríe). Siempre los cargamos y les decimos que gracias a nosotros pudieron salir campeones. Nos reímos mucho de como se dieron las cosas.

-Lo bueno es que desde afuera se nota que forman un grupo muy unido. ¿Vos cómo lo ves?
-Acá hay una esencia especial desde hace varios años. Si bien no somos todos amigos, la idea es pasarla bien. Obviamente que a veces nos enojamos y peleamos, pero cuando termina el partido nos vamos a comer y lo anterior queda en la anécdota, que sirve para matarnos de risa. El espíritu del grupo es ese.

-¿Qué momentos elegís de todos estos años en veteranos? ¿Alguna anécdota para contar?
-Jugando al básquet uno conoce mucha gente y se va haciendo amigo. Si tengo que elegir, me quedo con el 2012, porque se logró el objetivo de salir campeón. Ahí el grupo se fortaleció un montón, a pesar de que se fue yendo gente e ingresó nueva. ¿Anécdotas o momentos? Por ejemplo, siempre disfruto cuando cargamos mi auto y somos seis personas arriba yendo a jugar a Lanús un lunes a la noche. Una locura, pero vamos contando cosas y riendo mucho, porque cuando nos juntamos la pasamos bárbaro.

-¿Sueñan con lograr algo importante este año en el torneo?
-Hay equipos con mucho nombre, como Platense, GEVP o Campos de Echeverría, que se han formado mejor, con figuras que dejaron de jugar en el ámbito profesional hace poco. Por eso a veces se complica. Pero bueno, en los playoffs empieza la verdad. En una de esas metés un batacazo, ganás uno o dos partidos y te encontrás en una semifinal y hasta en la final. Los partidos hay que jugarlos. Nosotros somos un equipo sólido pero sin figuras. Lo que sobresale es el grupo por encima de las individualidades.

-¿Qué pensás que le falta al equipo para dar un salto de calidad?
-Lo ideal sería entrenar dos veces por semana, pero por laburo y otras responsabilidades se nos complica juntarnos. Eso nos ayudaría mucho.

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