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El crecimiento académico de Fernando Zurbriggen

Fernando Zurbriggen

Fernando Zurbriggen recibió este miércoles el premio al Jugador Más Valioso de la temporada 2020-21 de la Liga Nacional. Ese premio habla de un crecimiento deportivo notable, pero que va de la mano con su crecimiento humano y, también, académico. Y en ese aspecto, también hay muchas cosas valiosas a resaltar por parte del santafesino.

La historia de Zurbriggen y Obras comenzó allá por el 2014, cuando fue reclutado con 16 años. En febrero de ese mismo ciclo, se sumó a la secundaria del Instituto Obras y, mientras mostraba su enorme potencial como basquetbolista, ya empezaba a destacarse en el estudio: pasó a quinto como abanderado en el acto de cierre. En su última etapa como alumno de la escuela, el base se graduó con el mejor promedio y, en el proceso, hizo su debut en Liga Nacional y comenzó a aumentar tanto sus minutos como sus rendimientos en cancha. Como si fuese poco, jugó dos mundiales con la Selección Argentina (U17 y U19).

Fernando Zurbriggen

Zurbriggen y Berra en el Instituto Obras

“Yo entré al Instituto Obras en la etapa más linda de todo adolescente, que son los últimos dos años de secundaria. Tuve que hacer un cambio grande, principalmente en cuanto a la gente que me rodea. Creo que todos los jugadores tendrían que tener la posibilidad de desarrollarse intelectualmente y deportivamente. El club me dio la oportunidad de hacerlo, brindándome el secundario y el terciario, e hizo todo lo posible para que yo presente mi mejor versión adentro de una cancha de básquet. Creo que lo académico está estrechamente vinculado con lo deportivo. Todo el intelecto que yo adquiero en la escuela lo utilizo para ejecutar luego en la cancha”, aseguró tiempo después de terminar el colegio secundario, ya como alumno del profesorado de educación física.

Además del esfuerzo académico y deportivo, todo esto implicaba un cambio en su vida cotidiana. Lejos de su familia y del entorno de su provincia natal, Fernando logró una gran adaptación y aprovechó todas las herramientas que tenía al alcance de la mano. En su incursión por el terciario, el éxito no cambió para nada. Y mientras tanto, era cada vez más protagonista en la categoría más importante del básquet nacional.

Pocos meses antes de recibirse de profesor, declaró: “Me gusta mucho la carrera. Me seduce la información propiamente dicha de las materias, me interesa ir a clases, escuchar a los profesores y además está el plus de que soy una persona que me exijo primero a mí mismo, como también exijo a los demás y por eso obtengo estos resultados. Tengo la filosofía de que no estudio por la nota, sino por el conocimiento. Ya sea en un viaje en micro o en avión, siempre tengo mis apuntes a mano. Todo el tiempo tengo una actividad extra al deporte que me genera un crecimiento y eso es lo que es la carrera en mi caso».

Fernando Zurbriggen

Ese esfuerzo y ese trabajo a conciencia finalmente dio sus frutos. Zurbriggen terminó la carrera a sus 22 años con un promedio de 9,15, el más alto de todo el terciario: «Sobre el final de la carrera, tuve que dar 20 exámenes en un mes. Llevaba un estrés importante, y a eso se le sumó una seguidilla de tres juegos en una semana. Eso me ayudó a controlar las emociones y un equilibrio que me permitió rendir en ambas tareas”, describió tras lograr su gran objetivo.

Además de su constancia, el contexto también tuvo mucho que ver: «Con el correr del tiempo, me fui cruzando con la gente apropiada que me dio su apoyo, y sobre todo tuvo la empatía de entender mi situación que no era fácil, por el tema de viajes y horarios de entrenamiento. Pero ellos me dieron la posibilidad de equipararme a través de exámenes , presentaciones y trabajos extras, para recuperar mi condición de alumno regular como el resto de mis compañeros», admitió en aquel momento.

Con su elección como MVP de La Liga, Fernando Zurbriggen dejó en claro que su aporte es valioso tanto adentro como afuera de la cancha.

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