El Minibásquet masculino de Obras Basket siempre busca apuntar al crecimiento de los chicos, ya sea en lo individual o grupal. Los entrenadores de la categoría, Agustín Diz Ríos y Nicolás Antonioli, mencionaron los aspectos en los cuales evolucionaron durante el primer semestre.
Actualmente, la cantera rockera se encuentra en receso por las vacaciones de invierno. De todos modos, el regreso a las prácticas se llevará a cabo la semana que viene, con el fin de volver a entrar en ritmo de cara a la reanudación de los distintos torneos (la tira de Inferiores, Supermini y Mosquitos).
UN LUGAR DE APRENDIZAJE
Con la visión clara y firme, el DT de Obras Centro, Nicolás Antonioli, se refirió al camino transitado hasta ahora. “Nos enfocamos en que los chicos vuelvan a familiarizarse con los gestos técnicos aprendidos durante el año pasado. Y los que comenzaron este año, hacer que el deporte les guste, se diviertan y vayan adquiriendo hábitos de entrenamiento”, explicó Nicolás Antonioli, DT de Obras Centro.
La institución de Núñez hace hincapié en el Minibásquet porque tiene su lugar en las instalaciones del club para motivar a los jugadores durante las prácticas y que disfruten de incorporar los fundamentos del deporte. El paciente y constante trabajo se vio reflejado en cada presentación en los certámenes de FeBAMBA.
De hecho, el aurinegro sumó puntos extra para que ambas tiras de las Inferiores se clasificaran al Top 16 (o Zona Interconferencias) del certamen. También, el equipo del Supermini se encuentra primero en la Zona 1 (4-0), aunque la meta va más allá de los resultados finales. Los jugadores se desempeñan junto con otros, entonces van generando un sentido de pertenencia que se transmite en cada encuentro.
“Uno de los objetivos principales de la categoría es formar al grupo, y lo fuimos logrando. El enfoque (al regresar del receso) será seguir mejorando en lo individual y creando un grupo, sobre todo personas”, resaltó el coach de Obras Norte, Agustín Diz Ríos.
PREPARÁNDOSE PARA LO QUE VIENE
El lunes 29 de julio será el retorno a los entrenamientos, y por ende la vuelta a la acción y el entretenimiento. Los jóvenes rockeros intentarán mantener el compromiso, la alegría y el compañerismo que se reflejó en los pequeños actos, como la felicidad que produce el entrar al juego, la celebración en conjunto por una anotación, priorizar los pases para encontrar al jugador libre, o llevar una camiseta especial al Supermini.
«Esperamos que todos mejoren individual y colectivamente, y pararse el último día y observar que en la cancha de basquet hay muchos más chicos que cuando arrancamos. Disfrutando, aprendiendo y que hayan más amigos compartiendo este gran deporte», dijo Nicolás Antonioli sobre los objetivos a conseguir antes de fin de año.
Por su parte, Agustín Diz Ríos agregó: «Buscaremos consolidar a los jugadores para poder trabajar en la categoría siguiente o tomar responsabilidades».
