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El perfil de los juveniles aurinegros

Dentro del plantel que afronta la Liga Nacional, Obras Basket cuenta con la presencia de tres jugadores juveniles, quienes pese a no haber debutado aún, se entrenan a pleno con el equipo mayor y se perfilan como grandes proyecto del club. Ellos son Gastón Bertona, Franco Smaniotti y Víctor Andrade, quienes también integran el equipo de Liga de Desarrollo.

Gastón arribó a Obras hace pocos meses, y no tardó en adaptarse. Pese a tener 16 años y medir 1.78 mts., el oriundo de San Guillermo, Santa Fe, es toda una promesa para el básquet nacional. Tuvo una destacada participación en el Campeonato Sudamericano U15 con la Selección Argentina y confirmó su gran presente en el Campeonato Argentino con el combinado santafesino. Su fuerte radica en la organización de juego. Bertona es muy veloz con la pelota, está atento a cada movimiento, y con su prominente lectura, entiende como crear desequilibrios en la defensa contraria. Si bien no es un tirador nato, es capaz de anotar a distancia sin dificultades. Su faceta defensiva está aún en desarrollo, pero se muestra muy activo a la hora de presionar y recuperar la bola.

Franco, por su parte, es una apuesta aurinegra que lleva algunos años en el club. Su llegada al equipo de juveniles se da luego del título conseguido con los cadetes, quienes se consagraron gracias a un triple suyo sobre el final. Mide 1.87 mts. y tiene 17 años. Ha sido uno de los jugadores con mayor crecimiento dentro de la cantera de Obras. Pese a cumplir con la función de alero, es capaz de subir la pelota y comandar la ofensiva. Tiene buen ojo para observar el juego y manos rápidas para pasar o tirar. Se convirtió en una amenaza a distancia, aunque también es precavido a la hora de lanzar y no abusa de este recurso. Su mayor fortaleza radica en la inteligencia. Entiende lo que el equipo necesita en el momento exacto y busca ejecutarlo. Su convocatoria al equipo mayor es, sin dudas, un premio al gran esfuerzo y progreso que realizó como cadete.

Por último, Víctor arribó a Buenos Aires en febrero de 2017, y luego de un proceso de adaptación íntegro en el club, gimnasio e Instituto, comenzó a mejorar su juego y su físico. El nacido en Cabo Verde, de 17 años y 2.03 mts. ganó masa muscular durante este año, en el que aprendió mejor el idioma, jugó con cadetes y juveniles, y se consagró campeón con los primeros, junto a Smaniotti. El reclutado africano de Obras Basket comenzó a entrenarse con el plantel de Liga Nacional en agosto, y luego de la gira por España, lo hizo de manera más activa. En su categoría, ejerce un dominio absoluto. Produce la ventaja desde la diferencia física a favor que posee ante los de su edad: bloquea tiros, baja rebotes, juega en el poste y muy pocos han podido frenarlo cuando ataca el aro. Para estar a la altura ante jugadores de mayor edad, pero semejante envergadura, necesita mayor precisión en sus lanzamientos y efectividad en sus intentos dentro de la pintura. Posee buen movimiento de pies, sólo le cuesta finalizar con la conversión. A veces le cuesta leer el juego, pero cuando algún compañero o entrenador le marca algo, entiende y ejecuta. Sin dudas, Víctor tiene una importante cuota de talento y potencial que debe continuar desarrollando.

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