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Alberto Díaz se suma a Obras

Luego de concluir su participación en la Liga Nacional 2016/17, Obras Basket ya planifica el futuro de la organización. Para eso sumó en estos días a su nuevo Director Deportivo. Se trata del venezolano Alberto Díaz, un hombre con una interesante trayectoria en el básquetbol doméstico y de selección de su país.

«Queremos reforzar el día a día con el equipo y por eso decidimos la contratación de Alberto, quien tiene gran experiencia en el básquetbol internacional. Seguimos trabajando para enriquecer la estructura de Obras y sentimos que necesitábamos un aporte adicional en ese rol. Estamos muy contentos y expectantes por su llegada», señaló Gregorio Martínez, quien ascenderá, con este fichaje, a director general de la institución.

Díaz, con pasado exitoso en Bucaneros de La Guaira, entre otros equipos de relevancia en el continente, arribó el lunes por la mañana y luego de conocer las instalaciones y los profesionales de la institución de Nuñez, habló de su llegada y de los objetivos que tienen en mente en su nueva experiencia.

-Alberto, bienvenido, ¿Cómo fue tu llegada al club?
-Antes que nada, muchísimas gracias por la oportunidad que me dan de trabajar en este maravilloso país y ser recibido por grandes colegas en una institución tan histórica y prestigiosa como Obras Sanitarias. Lo más importante fue coincidir con una estructura de trabajo que es bien agradable y que me va a permitir lograr mis objetivos. Conocía al presidente Fabián Borro a través de buenos amigos del medio del baloncesto internacional.
Ellos, en algún momento, pudieron conversar sobre mi perfil y gracias a Dios llamó la atención. La institución pone en mi un voto de confianza para tratar de conseguir los logros que merece Obras.

-Haz llegado al club con pergaminos muy importantes en tu carrera. ¿Cómo fue tu pasado dentro del básquetbol?
-Primero que todo, soy abogado de profesión. Tengo especialización en derecho deportivo. Luego obtuve la oportunidad de dirigir la organización de Bucaneros de La Guaira, un club con tan sólo nueve años de vida en Venezuela. Yo llegué cuando tenían tres años de rodaje. Era un equipo que en ese entonces se estaba formando con un draft de jugadores y que no tenía cantera. Para quienes les tocó gerenciar en aquel momento, lamentablemente eso los llevó a una frustración de ver a un equipo constantemente eliminado.La meta fue construir una institución sólida para la temporada 2011. Pero yo asumí el reto en 2010 cuando el equipo tenía tres juegos ganados y 13
perdidos, y aún así pudimos meterlo en playoffs. Ese año conté con el apoyo deportivo del argentino Guillermo Vecchio, muy conocido en el baloncesto internacional. Bucaneros dio los primeros pasos y logró la clasificación de
la mano de Vecchio. Luego, siendo amante de la escuela de baloncesto argentina, conseguí hacerme de los servicios de Guillermo Narvarte, a quien se le debe mucho en mi país y en la organización. Nos ayudó a crear y fomentar una cantera sólida que nos dio novatos del año, continuidad y figuras de recambio. Queríamos jugar un baloncesto internacional que fuese respetado. Antes de Narvarte, conté con el apoyo de Brad Greenberg, una de las personas que llevé a la selección nacional. Él fue formador de muchos talentos de los Estados Unidos y gerente general de los Philadelphia 76ers. Dejó muchas ideas para nuestro club, pero yo me incliné por el baloncesto FIBA y la figura de los reclutadores argentinos. A partir de este desarrollo pudimos participar dos veces de la Liga de las Américas y conseguir un campeonato de Conferencia Oriental, entre otras cosas. Pero sin duda alguna, la mayor experiencia deportiva para mi persona fueron los cuatro años que estuve en la selección nacional, compartiendo con Eric Musselman y Néstor «Che» García, quien es mi amigo y una persona a la que le tengo mucha confianza. Me siento colaborador de haber puesto un grano de arena en los logros que ha tenido para mi país. Néstor me recomendó que para mi carrera era importante venir a Argentina y demostrar que es el momento adecuado para lograr objetivos más importantes.

-¿Cuáles son las expectativas que tenés en Obras Basket?
-Tengo poco tiempo en el país, pero ya venía trabajando hace cuatro semanas viendo los partidos y estudiando videos. He visto la gran mayoría, porque para poder tomar decisiones y tener una radiografía de lo que fue la
temporada hay que trabajar mucho. Visualizo ciertas cosas que van a ser positivas para la institución, ya que lo que quiero es comprometerme a devolverle la ilusión y lograr grandes objetivos deportivos. Son 100 años, y
para mi el compromiso va más allá de la obligación laboral. Quiero ver a ese fanático sonreír en las gradas, quiero verlo disfrutar, quiero verlo crecer con su sentido de pertenencia. Merecemos tener un equipo de élite, muy competitivo, con mucha presencia y envergadura en toda la situación que podamos vivir dentro de la Liga. Y, por supuesto, que nuestra cantera se proyecte prontamente a futuro. Darle importancia a los jugadores que se desarrollaron este año y que sigan teniendo el rodaje necesario. Hablar de una planificación en la importación con nuestros mejores contactos a nivel internacional para traer jugadores que tengan un sentido de pertenencia
hacia nuestros colores, y que no vengan solo por un salario sino también a entregarse en cuerpo y alma a la institución. La bandera de mi gestión es que nadie puede estar por encima del club. Esa es mi filosofía.

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