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El camino de Obras a la definición

La llegada de Obras Basket al Final Four del Súper 20 no es una coincidencia. Todo lo contrario. Es fruto de un trabajo que comenzó meses atrás, con resultados que están a la vista. La vuelta de página del último Súper 20 hacia una gran actuación en la Liga Nacional fue el puntapié inicial para que Gregorio Martínez diagramara un equipo similar.
El entrenador sentó las bases, mantuvo los mejores valores de aquel equipo y realizó trabajos de post y pretemporada que marcaron a fuego los principios de juego.

En el cierre de agosto, y por casi todo septiembre, Obras encaminó sus sueños a España. Es que, con un equipo asentado y un calendario más extenso, el aurinegro tenía todo para demostrar que el viaje anterior no fue una casualidad. Definitivamente una causalidad. El paso del rockero por el viejo continente fue arrasador. Y fue eso lo que generó expectativa. Obras ganó 6 de sus 7 presentaciones, terminó invicto en el Circuito Movistar y mostró un nivel de juego altísimo, a la altura del lugar en donde se encontraba.

Esa previa a la competencia local puso a Obras Basket entre los favoritos. Pero no fue así en el inicio. El aurinegro perdió rápido a Pepo Barral, su capitán, por un desgarro en el mismo debut vs Boca. Además de la derrota, esta noticia fue un golpazo. Y de ese ámbito el rockero trató de salir. Su primer partido afuera fue con triunfo sobre Ferro, y la nave comenzó a estabilizarse. “Claro que la lesión de Pepo afecto al equipo, pero también dio el ingreso de Juan Pablo Venegas a la rotación”, reconoce Fernando Zurbriggen sobre cómo Obras intentó suplir la falta de su capitán.

De hecho, el de Santa Fe fue una pieza clave en ese sentido. Con el papel de 6to hombre definido, “Fer” tuvo que moderar su manera de entrar al campo. Porque a partir de esa situación, fue inicial durante toda la fase regular. “Me sentí cómodo tomando ese rol. Acompañado de los resultados del equipo, hizo que sea más fácil de llevarlo”, comentó.
En los cinco partidos que Barral no estuvo, Obras tuvo un récord de 3-2. La fortaleza que creó el equipo en ese lapso, ayudó para que, con la vuelta del capitán, el plantel dé el salto de calidad.

Si Obras Basket se caracterizaba por su ritmo vertiginoso y la constante búsqueda de arrollar al rival con su dinamismo, lo intensificó con la vuelta de “Pepo”. Ese retorno significó mayor control cuando los de Martínez tenían que parar la bola y pensar. Es uno de los fuertes del base. Saber correr, y manejar la situación cuando la ofensiva es estacionada.

Incluso Obras no perdió más. Desde el triunfo contra San Lorenzo el 15 de octubre, el aurinegro generó un bloque irrompible. En eso, mucho tiene que ver el tándem Kemp-Anderson.
La pintura fue la verdadera diferencia a la hora de explicar porqué Obras Basket es el tercer equipo que más puntos anota (86.9), el segundo con mayor eficiencia (99) y con más rebotes ofensivos por partido (9.8). Gracias a la fortaleza de sus foráneos, el conjunto de Gregorio es el que mejor aprovecha segundas oportunidades en ataque.
Y de allí se desprende el rendimiento individual de los americanos. Eric Anderson es el tercer jugador con más tapones por juego (1.8) y el cuarto con más rebotes (8.7).
¿Qué decir de Maurice Kemp? El ala-pivote es nuevamente el goleador de la competencia, registrando 23.2pts. por juego, y el de mejor valoración, con 27.8. Pero algo que lo enaltece es el sentido de pertenencia que tiene con el equipo. “Mis compañeros perimetrales hacen un gran trabajo para darme buena visión de juego. Yo solo trato de ser lo más eficiente posible. Los entrenadores confían en mi rol y me dan mayor confianza para que mi juego tenga un efecto positivo”, reflexiona Maurice.

El actual invicto de 7 encuentros ilusiona para que el aurinegro tenga un buen arranque de Liga Nacional y se perfile para cerrar el año finalizando la actual competencia.
Pero para pensar mejor en ese sentido, así lo analiza el goleador: “Hasta ahora ha sido todo bueno. Tuvimos un arranque complicado, pero trabajamos duro para solucionar las situaciones que aparecieron, con nuestro estilo de juego. Todavía tenemos mucho para evolucionar, pero estamos yendo por el buen camino”.
Por otro lado, estar en el Final Four estira el calendario competitivo hacia el cierre de 2018. Y Fernando Zurbriggen tiene los pies sobre la tierra, al pensar en un posible regreso: “sinceramente espero estar a punto en lo personal, para poder presenciar el juego. Debemos trabajar sobre la dinámica de juego y velocidad de ejecución, para enfrentar a Quimsa”.

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