Además de jugar para la primera femenina de Obras Basket, Belén Echeverría es la encargada de enseñar y formar a las más pequeñas jugadoras que tiene el club. La profesora de las formativas aurinegras contó cómo es su trabajo con las nenas de minibásquet, destacó el crecimiento de la categoría, y anticipó una actividad de fin de año que sorprenderá a sus dirigidas.
-¿Tuviste alguna experiencia previa como profe?
No, ya estuve dirigiendo Presidente Derqui durante cuatro o cinco años. Estuve en formativas (premini, mini, U13) y después dirigí un año de inferiores (U15, U17 y U19). La experiencia ya la tengo y el contacto estuvo siempre por el profesorado en educación física, me gusta mucho esa profesión.
¿Cómo tomás la chance de enseñar a las más chicas de Obras?
La oportunidad de dirigir a formativas es muy importante para mí, primero porque me encanta enseñar a nenas de estas edades, y segundo porque no cualquiera tiene la oportunidad de hacerlo en un club tan importante como Obras. Me siento muy a gusto como profe de las categorías que me gustan y en una institución como esta donde no hay baches y te dan la libertad de trabajar a tu manera, siempre dentro de la línea que lleva todo el femenino.
-¿Qué tipo de actividades propones en tus clases?
Contamos con la suerte de tener a las nenas una hora y media, en la cual 30 minutos le dedicamos exclusivamente a la parte de fundamentos. Luego, mediante juegos con oposición, intentan llevar a la práctica lo aprendido anteriormente. Para el final de la clase dejamos el tan deseado «partidito».
-¿Notás crecimiento en la disciplina?
Afortunadamente notamos avances y crecimiento, tanto en cantidad de nenas como en compromiso de los padres. Sumamos alumnas en todas las categorías, y por sobretodo, las vemos entusiasmadas en seguir creciendo individual y colectivamente.
-¿Hay alguna propuesta para cerrar el año?
La propuesta de fin de año es hacer un campamento con todas las categorías, donde las más pequeñas puedan tener cerca a sus jugadoras mayores favoritas. Queremos que compartan tiempo con ellas, incluso, quizás, jugando para el mismo equipo. Buscamos afianzar los vínculos y que cada una se sienta parte integrante del grupo.
